Tuesday, April 26, 2011

Martyr y el cine digital.


La primera presentación pública de Martyr fué en Santa Cruz, en el Festival de Cine de esa ciudad. Durante el festival se separaron las películas en dos catergorías: Cine y Cine digital. Yo me preguntaba porqué esa descriminación?

Antes de comenzar el rodaje de Martyr me embarqué en una pequeña investigación para responder a las preguntas ¿cuál sería el mejor formato para mi película? y ¿que cámara es la mejor para lo que quería hacer?

El mejor lugar para encontrar una respuesta era en Du Art,el conocido laboratorio de cine en Nueva York. El dueño, Irwing Young, un gran colaborador del cine independiente me había dado un buen empujón con Krik Krak, llegando a recomendar esa película para el prestigioso Festival de Cine de Telluride.

Irwing Young me recibió como siempre, con la secillez que lo caracteriza y con el profesionalismo que uno espera de esos encuentros. Le participé de mi intención de rodar una película en digital para luego pasarla a 35 mm, y que estaba buscando una camara apropiada y si el podría recomendar alguna.

Para responder a la pregunta sobre la cámara, me llevo a una de sus salas de proyección donde me mostró varios trabajos que su laboratoria hizo de películas rodadas en digital y pasadas a 35. Para cada muestra había un encabezamiento con el tipo de cámara usada. La gran mayoría eran cámaras Sony, pero habían dos muestras hechas con la Canon XLS1. Esas me gustaron por la imágen cálida que tenían. Me decidí por la Canon.
Luego vino la respuesta a mi primera pregunta. Vino en forma de pregunta: ¿Por qué quieres pasar tu película a 35mm?. En ese momento me informó lo que yá era sabido en los altos niveles de la industria del cine. El celuloidde estaba en camino a desaparecer y el futuro era digital.

"No tendrás ningún problema exhibiendo tu película en digital" me dijo. Me contó como se estaban engociando con las cadenas de cines en los EEUU para cambiar su tecnología a digital. "Pero si insistes a pasarla a 35mm, estoy para servirte. Te costará como 70 mil dolares. Tienes que estar seguro de que los vás a poder recobrar".
Y luego vino su consejo: "Mira, no debería decirte esto, éste es mi negocio y debería convencerte que pases tus películas a 35, no lo contrario. Mi consejo es que no lo hagas, que busques la distribución digital".

Semanas después recibí una llamada de un colega cineasta. El quería hacer una película semidocumental sobre los niños que trabajan en las minas de Potosí. Nos sentamos a tomar unas cervezas en un cafe del East Village. En la conversación le dí contactos, recomendaciones, consejos y le mencioné mi experiencia en Du Art. Richard, así se llamaba el colega, escogió la cámara Canon XLS1, y se fué a Bolivia a rodar su película, antes que yo comience la mía.
Finalmente compré la XLS1, y rodé Martyr. No la pasé a 35 mm.

Desde ese entonces hubo un desarrollo substancial en el mundo del cine. Aparecieron las camaras HD, los cines comenzaron la transición a digital, pero, lo más importante, surgieron nuevas formas de distribución. La más importante, el internet.

Para Martyr, éstos desarrollos fueron lo mejor. La película tiene un mercado asegurado en el internet. No importa lo que pase en los cines.

El cine, que ahora es digital, tiene un enorme campo abierto, lo que el cine de 35 mm no lo tenía. Dificilmente se encontraba un distribuidor para la gran mayoría de las películas. Ahora no se necesita un distribuidor. Los cineastas independientes puede hacer llegar su trabajo a todo el mundo, pueden crear su mercado sin grandes inversiones, solo con un esfuerzo consistente, dedicado y manejando los instrumentos que están a disposición de todos.
Y ese es el camino de Martyr. Un camino que ya comenzó.

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